Breve contexto
La
familia es una de las principales instituciones a proteger en un ordenamiento
social, ya sea del tipo religioso, filosófico o jurídico; por ser el núcleo en
el que se experimentan y se aprenden aquellos patrones conductuales que rigen
la personalidad de cada individuo y la proyección de este en su medio social[1].
Vínculos familiares sanos se traducen en una
sociedad sana; vínculos que se crean a partir de un proceso en el que,
como madre, padre y responsables, aprenden sobre cómo darle una respuesta
acertada a cada una de las necesidades de una nueva persona, tanto biológicas
como sentimentales; es decir, comunicación verbal, calor, olor, contacto[2].
Este
proceso de aprendizaje no inicia después del nacimiento, comienza desde el
momento en que el niño y la niña, dentro del vientre de su madre, por primera
vez siente el latido de su corazón; es decir, alrededor de los 22 y 26 días de
vida[3];
y es a partir de las ocho semanas, que el feto comienza a tener consciencia de
los elementos que le rodea, y dependiendo de la interacción con los mismos y la
estimulación que reciba, así serán las reacciones mediatas y futuras consigo
misma y con las personas de su entorno[4].
Si
el cerebro humano, desde el inicio de su desarrollo, tiene la capacidad de
absorber conocimiento y aplicarlo según las circunstancias, siendo las primeras
interacciones en el vientre materno, implica que cuando la madre vive en un
entorno afectivo, el infante aprende a recibir y a reaccionar con amor, pero si
recibe rechazo o negligencia, el infante aprende a interactuar con el mundo a
partir del miedo. De allí la importancia del acompañamiento comunitario y/o
institucional dirigido a la familia antes y después del nacimiento de un nuevo
integrante, en el cual se refuercen las prácticas de crianza positivas; es
decir, aquellas que procuren el afecto, cuidado y protección del bebe[5].
En
El Salvador se vive un escenario complejo, la inequidad económica y la
violencia sistemática son algunos de los factores que han propiciado cambios
continuos en las estructuras de la familia; y siendo la niñez el sector más
vulnerable a sufrir las consecuencias negativas de dichos cambios, es necesario
que las personas que ejercen el cuidado de los niños y niñas faciliten un
espacio seguro para el desarrollo de su potencial cognitivo y psicosocial[6].
En
ese sentido, vale agregar que prevalece un consenso entre la academia y organismos
internacionales en cuanto a la existencia de la relación del desarrollo de la
niñez y el desarrollo de la sociedad. Desde el punto de vista económico, si la
niñez en su primera etapa de vida crece en condiciones de afecto, cuidado y
protección, está recibiendo los estímulos necesarios para que posteriormente
pueda desenvolverse productivamente en el ámbito académico y laboral.
Consecuentemente, desde el punto de vista social, el infante se convierte en
una persona transmisora de principios y valores que contribuyen a la
construcción de una ciudadanía solidaria, equitativa y justa[7].
Relevancia del proyecto NACER CRECER
De
acuerdo con las Encuestas de Hogares Múltiples, son aproximadamente 429,000
infantes entre 0 y 5 años residentes en El Salvador. De ese número, solo el
1.5 % de los infantes entre 0 y 3 años ha asistido a un centro de
educación inicial; mientras que el 16.86 % de los infantes entre 4 y 6
años no asisten a ningún centro educativo porque el padre o la madre no quiere
que asista[8].
Estos números son indicadores que reflejan una situación crítica, en la que no
se ha priorizado el cumplimiento de instrumentos legales y políticas en cuanto
a la importancia de la educación de la primera infancia y su influencia en el
desarrollo individual, familiar y social de El Salvador.
El
informe sobre el estado de la Primera Infancia en El Salvador de UNICEF exhorta
la necesidad de que la educación, desde la concepción, sea un compromiso
nacional, con una fuerte participación de los sectores sociales: comunidades,
asociaciones, fundaciones, empresa privada y la familia[9]. En
ese sentido, la facilitación de espacios de aprendizaje integral para madres,
padres y cuidadores a favor de una relación positiva con los infantes
permitirá, por un lado, la adquisición de aptitudes para una crianza positiva
de parte de los responsables, fundamentada en la teoría del apego seguro; y por
otro, la estimulación temprana dirigida a los infantes contribuirá a la salud
física, la estabilidad emocional y, en consecuencia, a la economía de la
familia y la sociedad en general.
Problemas específicos que abordará el
proyecto
El
Salvador no solo es un país donde el 34 % de hogares viven en pobreza,
también es un territorio altamente violento. Según el último informe sobre la
situación de la niñez en el mundo, realizado por Save The Children, El Salvador
es el tercer país con mayor índice de homicidios de personas entre 0 y 19 años
en el mundo[10].
Sin duda alguna, los esfuerzos articulados entre las entidades gubernamentales
y la sociedad civil para la minimización del índice de la pobreza y la
prevención de violencia continúan ejecutándose, pero no alcanzan a cubrir el
sector clave para la construcción de una sociedad sana: la primera infancia.
-
Transmisión
generacional de la pobreza
Es
un hecho que uno de los factores que contribuyen a la transmisión
intergeneracional de la pobreza es la negligencia generalizada, respecto a la
atención dirigida al desarrollo integral, de las niñas y niños desde su
concepción[11].
Una dieta nutritiva, afecto y estimulación temprana de parte de los
responsables, posibilita que el niño o la niña que nace en un hogar en
condiciones de pobreza alcance su potencial cognitivo y psicosocial, de tal
forma que, como persona sana mental y físicamente, sea capaz, a través de sus
aptitudes resilientes y acciones productivas, de romper el círculo de pobreza y
elevar su calidad de vida a nivel personal, familiar y comunitario.
-
Patrones
de violencia
De
acuerdo con el especialista en psicoterapia prenatal David Chamberlain, es en
el vientre materno donde se produce la violencia más silenciosa contra el niño
o la niña: Los daños físicos se transmiten a través de las actitudes negativas
hacia el feto y los daños cerebrales se ven influenciados debido a la
negligencia de su madre y otras personas de su entorno[12]. El
estudio regional “Fin a la violencia en América Latina: una mirada a la
prevención desde la infancia hasta la edad adulta”, comparte cómo la agresión
física tiene lugar en la primera infancia: “las
causas de la agresión y el comportamiento violento se remontan a complicaciones
al momento de nacer, e incluso a perturbaciones en el desarrollo cerebral del
feto durante las primeras semanas del embarazo”. Además explica cómo “los niños y niñas que demuestran un elevado
nivel de agresión y problemas de conducta durante la escuela primaria, corren
el riesgo de caer en comportamientos negativos durante la adolescencia y la
adultez”[13].
Si los sentimientos y comportamientos violentos son causa de una conjunción
de elementos biológicos, prenatales y de aprendizaje en la primera infancia,
las políticas públicas, junto a los esfuerzos de la sociedad civil para
prevenir la violencia, deberían enfocarse en el sano desarrollo cognitivo y
psicosocial del niño y la niña durante su primera infancia e, incluso, antes de
su nacimiento.
-
Nutrición
y lactancia materna
Vamos a trabajar la atención integral a la Primera Infancia desde la perspectiva
de la Protección Social, pues es en esta etapa, desde la gestación hasta los 9
años, cuando las niñas y los niños adquieren todas las capacidades que le
ayudarán a enfrentar la vida.
Una niña o niño que nace en situación de pobreza, mal nutrido, sin
estímulos y con poco o nulo acceso a servicios de educación y salud, tiene una
muy alta probabilidad de ser un adulto infeliz, que realice actividades
económicas de poca retribución, con una salud inestable o altamente vulnerable
y, en definitiva, con altas probabilidades de seguir siendo pobre.
La corrección de
inequidades se produce generando igualdad de condiciones en el inicio de la
vida. Y como diría Gabriela Mistral, poetisa chilena, “El Futuro de los niños
es siempre hoy”.
La ciencia nos dice que las bases de una sociedad exitosa se construye
en la primera infancia. La intervención temprana es la respuesta, porque con el
tiempo se hace cada vez más difícil resolver los problemas.
Existe la necesidad de invertir en nuestros niños, y no es suficiente
hacerlo hasta que entran a la escuela, a los 5 años, sino desde antes. Es
decir, que es indispensable cuidarlos desde la primera infancia, teniendo
especial cuidado de su nutrición en ella, sino incluso desde antes, desde los
momentos más importantes, cuando todas esas neuronas se están formando y
haciendo billones de conexiones nuevas. Tenemos que invertir en nuestros niños
desde adentro del vientre materno. Desde su gestación.
El 37% de los hogares en nuestro país presentan inseguridad alimentaria
y a esta situación le complementan bajísimos niveles en educación, falta de
acceso a la seguridad social, sub empleo e inestabilidad laboral; niveles
precarios en acceso al saneamiento y altos niveles de hacinamiento. Todo esto
impactando especialmente en las mujeres y madres, impactando severamente en la
nutrición de sus familias y del futuro de nuestro país.
Al año se registran al menos 80 mil mujeres embarazadas, de esa
cantidad más del 30% son de niñas menores de edad y adolescentes. Todo esto obviamente
seguirá golpeando a las generaciones siguientes ante faltas de apoyos en temas
nutricionales, salud y educación inicial.
Posiblemente el tema más importante si hablamos de nutrición infantil
es la lactancia materna.
La lactancia materna es la primera vacuna del niño. La leche materna
previene en un 54% episodios de diarrea, previene en un 32% de enfermedades
infecciosas y respiratorias, previene la
otitis en los niños, la diabetes tipo 2, la obesidad, aumenta el coeficiente
intelectual en 3 puntos, disminuye la mortalidad en niños menores de 5 años.
Además, reduce incluso el cáncer de mama en las madres.
Paradójicamente, la vacuna más poderosa que hay para nuestras
generaciones y sobre todo para los sectores más vulnerables y excluidos, no
recibe el apoyo que merece.
La nutrición sigue siendo uno de los principales problemas de
desarrollo humano en nuestro país, pues la presencia de la llamada Desnutrición
Crónica (baja talla para la edad) se encuentra arriba de los estándares de la
OMS, reflejando condiciones de sub-alimentación que afecta principalmente a
mujeres en edad fértil, embarazadas y a aquellos infantes que viven en pobreza
o exclusión social.
Lo que refuerza nuestro punto, que vamos en camino a perder otra
generación. Es importante destacar que 18 de cada 100 niños menores de 2 años,
presentan retardo en talla. El impacto negativo sobre su neuro-desarrollo está
ampliamente documentado y constituye una barrera al desarrollo nacional.
Los preescolares, y en particular los menores de dos años, representan
un grupo altamente vulnerable a desarrollar anemia por deficiencia de hierro.
Así, la anemia nutricional, causada principalmente por la deficiencia de
hierro, continúa siendo un significativo problema de salud pública, retrasa el
desarrollo psico-motor del niño, reduce su capacidad de aprendizaje y su
rendimiento escolar, disminuye la resistencia física y la productividad laboral
del adulto.
Proponemos programas de nutrición, educación y ayuda para las madres
embarazadas, fomentar la lactancia materna, preocuparnos por nuestros bebés
desde el vientre materno, garantizando la salud y nutrición de las madres,
iniciar una verdadera educación inicial integral de los 0 a los 5 años, que
contemple la nutrición y la salud, para garantizar nuestras futuras
generaciones. Convertir esa alta tasa de natalidad en un verdadero bono
poblacional.
Vamos a poner en circuito todos los servicios, apoyos y prestaciones
para avanzar hacia una política pública comprehensiva, una integralidad de la
atención a la Primera Infancia con el Programa NACER-CRECER, como un conjunto
de intervenciones críticas para el desarrollo personal, porque esto es un
trabajo en conjunto y como nuevo gobierno vamos a dar diferentes apoyos para
las niñas, niños, sus familias y su comunidad.
Grupo objetivo y
Beneficiarios finales
Nacer
Crecer tendrá como grupos objetivos a:
1. Niños
y niñas entre 0 y 6 años, quienes gozarán del derecho de protección integral, salud
y educación a través del espacio de cuido y aprendizaje para la primera
infancia.
-Hijos
e hijas de vendedores ambulantes que no se encuentran matriculados en Centros
de Desarrollo Infantil de los Mercados Municipales.
-Hijos
e hijas de trabajadores que no se encuentran matriculados en centros de
enseñanza inicial privados.
2. Madres,
padres y responsables que han tomado la decisión de ser acompañados por un
equipo multidisciplinario en su labor en la protección integral, salud y
educación de los niños y niñas que estén bajo su responsabilidad.
Beneficiarios
finales: Los núcleos familiares y la sociedad en general, al verse incrementado
el número de personas sanas, física y mentalmente, y con amplias aptitudes
productivas.
Objetivos y Resultados esperados
Nacer
Crecer implementará programas de aprendizaje que favorezcan el proceso de
construcción de relaciones familiares positivas a través del apego seguro.
Resultado 1. Creados
espacios para el enriquecimiento del desarrollo físico, emocional y cognitivo de
niñas y niños desde su gestación hasta los seis años de vida, a través del
Centro de Educación Prenatal e Inicial.
Resultado 2.
Concientizadas madres, padres y cuidadores sobre la importancia de la creación
de un vínculo positivo en la crianza de niños y niñas, antes, durante y después
de su nacimiento, a través de la escuela de crianza prenatal y postnatal.
¿Cuál es el valor agregado del
proyecto?
Nacer
Crecer tiene como pilar educativo la transformación de la consciencia colectiva
para crear comunidad. Las actividades formativas desarrolladas en grupos desde
el período de embarazo en la Escuela de Crianza, y el posterior ingreso de los
infantes en centro de educación inicial, serán el mecanismo de integración de
personas y de familias con diferentes condiciones socioeconómicas, pero que se
vinculan en un espacio de aprendizaje cuyo objetivo común es el desarrollo
integral del niño y la niña, creando lazos sociales de confianza que se
extienden, progresivamente, al conjunto de la sociedad.
A
nivel regional, Nacer Crecer también contribuirá a la consecución del Objetivo
de Desarrollo Sostenible 4.2 de la agenda 2030: “Asegurar que todas las niñas y
todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la
primera infancia y educación preescolar de calidad, a fin de que estén
preparados para la enseñanza primaria”.
Localmente,
se contribuirá al cumplimiento de la Política Nacional de Protección Integral
de la Niñez y Adolescencia 2013-2023, específicamente en la Línea de acción
2.1.1: “Apoyar a las familias en su función de protección, socialización y de
apoyo efectivo de sus miembros, promoviendo pautas de crianza y educación
basadas en el diálogo, el respeto entre todas las personas y la no
discriminación”. Así como también en la Línea de acción 3.4.3: “Asegurar en
forma progresiva el acceso universal a la educación y desarrollo integral de la
primera infancia, mediante el fortalecimiento de las coordinaciones y alianzas
estratégicas establecidas entre instituciones públicas, organizaciones de la
sociedad civil, la comunidad, la cooperación internacional y la empresa
privada”.
Metodología y Sostenibilidad
Principales actividades
Para la consecución del Resultado uno, “Creados
espacios para el enriquecimiento del desarrollo físico, emocional y cognitivo
de niñas y niños desde su gestación hasta los seis años de vida”.
Actividad
Preparatoria:
-
Adecuación del espacio físico a
implementar el Centro de Educación Prenatal e Inicial “Nacer Crecer”.
-
Trasferencia de Metodología del Centro
de Educación Prenatal e Inicial “Nacer Crecer”.
-
Activación del Centro de Educación
Prenatal e Inicial “Nacer Crecer”.
-
Sistematización de resultados anuales.
Para la consecución del Resultado dos.
“Concientizadas madres, padres y cuidadores sobre la importancia de la creación
de un vínculo positivo en la crianza de niños y niñas, antes, durante y después
de su nacimiento.”
Actividad
Preparatoria:
-
Transferencia de Metodología de la
Escuela de Crianza prenatal y postnatal “Nacer Crecer”.
-
Activación de la Escuela de Crianza
“Nacer Crecer”.
-
Visitas a Comunidades para el
seguimiento de la Escuela de Crianza en el período neonatal.
-
Sistematización de resultados anuales.
¿Cómo
se alcanzará la sostenibilidad del proyecto?
La
estrategia de sostenibilidad del proyecto se basará en los siguientes
componentes:
a)
La instalación de una red de empresas,
a nivel nacional, que poseen el compromiso social de brindar una atención
especial a las condiciones de sus trabajadores, en sus roles como padres, madres
o responsables de infantes menores de 6 años.
b)
La integración de una dinámica de
aporte familiar, en el que la persona responsable pagará una cuota simbólica,
que contribuya al mantenimiento del programa.
Efectos
multiplicadores
Nacer
Crecer aspira a convertirse en un nodo de iniciativas ciudadanas e
institucionales que promuevan la activación de Escuelas de Crianza y Centros de
educación Prenatal e Inicial, con un enfoque de la teoría del apego seguro, a
nivel de todo el territorio salvadoreño.
[1] FUNDACIÓN SALVADOREÑA PARA EL DESARROLLO
ECONÓMICO Y SOCIAL. UNICEF. Una mirada a las familias salvadoreñas: sus
transformaciones y desafíos desde la óptica de las políticas sociales con
enfoque hacia la niñez, 2015, p. 12 y 13.
[2] LUA GRIMALT y otros, Estilos de apego y
representaciones maternas durante el embarazo, Artículo Original para la
Revista Chil Pediatr, 2012, 239-246
[3]MANUEL GÓMEZ-GÓMEZ y otros. “Desarrollo embriológico y evolución
anatomofisiológica del corazón”. Revista Mexicana de Pediatría, 2012, p.93
[4] DAVID B. CHAMBERLAIN, Journal of
Prenatal And Perinatal Psychology And Health The Sentient Prenate: What Every
Parent Should Know, 2014, p. 253 – 274. Disponible en www.birthpsychology.com
[5]UNESCO, “Atención y Educación de la Primera Infancia.
Informe regional América Latina y el Caribe”, 2010, p. 27
[6] GOES- UNICEF. Plan de Acción, programa
de país 2016-2020, entre el gobierno de la República de El Salvador (GOES) y el
fondo de las naciones unidas para la infancia (UNICEF), 2016, p.12.
[7] Organización Internacional del Trabajo
(OIT), Un Buen Comienzo: Informe para el debate en el Foro de diálogo mundial
sobre las condiciones del personal de la educación de la primera infancia
(22–23 de febrero de 2012), p. 5, 8 Y 9.
[8]Miniseterio de Economía, Dirección General de Estadísticas
y Censos, Encuestas de Hogares Múltiples, 2016, p 46.
[9]UNICEF Primera Infancia en El Salvador: Estado actual y
Perspectivas. 2012, p 9
[10]SAVE THE CHILDREN, “En deuda con la niñez: Informe sobre
la Niñez en el Mundo 2017”, p.23
[11]SAVE THE CHILDREN “State of the World’s Mothers Report”, 2012. p, 11
[12]DAVID CHAMBERLAIN. What Babies Are Teaching Us About
Violence. Pre- and Perinatal Psychology Journal, 10(2), Winter 1995, 57-74
[13]LAURA CHIODA. Fin a la violencia en América Latina: una
mirada a la prevención desde la infancia hasta la edad adulta. Sinopsis. Banco
Mundial, Washington, DC. 2016. p.34