Uno de los ejes elementales de la educación integral pasa
por la educación física, sobre todo en lo que tiene que ver con el desarrollo
integral de las niñas, niños y adolescentes, y en el desenvolvimiento de la sana convivencia de las comunidades. El
juego es para las y los niños la actividad más importante y seria en su vida, y
por ello pasan la mayor parte de su vida jugando. Gracias a esta actividad,
conocen e interpretan el mundo que les rodea: juego y
educación forman un binomio inseparable.
Así pues el deporte y la recreación son factores
importantes en la prevención de la violencia. Por eso, brindaremos el apoyo a
una nueva generación de deportistas de alto rendimiento, además de apostarle a la recuperación de espacios públicos de
esparcimiento de nuestro país. Proponemos la creación de escuelas deportivas
para 300,000 niñas y niños en todo el país.
Eso nos dará, no solo prevención y superación, sino además
enseñará a nuestra niñez el trabajo en equipo, la
camaradería, el respeto a los demás, la sana competencia.
Promocionaremos la actividad física y el desarrollo
deportivo y recreativo a través de la alianza con Federaciones Nacionales, que
es clave para establecer procesos de descentralización
deportiva hacia todo el país, de manera gradual, con objetivos trazados y con
inversión técnica y financiera que viabilice su sostenibilidad.
Consolidaremos los programas deportivos y recreativos a
nivel comunitario, a través de una decidida apuesta
por la actividad deportiva y la sana recreación, desde la primera infancia,
pues genera efectos positivos sobre el desarrollo biológico, psicológico y
social de las comunidades.